martes, 21 de febrero de 2017

A LO QUE MEJOR HUBO UNA RAZÓN

Puede que no nos conozcamos
y por capricho del destino,
puede que nunca lo hagamos.

Pero nada surge por el aire.
No esperaba encontrarte
e, idiotamente,
ahora espero intrigarte.

No hablo del futuro,
porque futuro
solo futuro 
es.

Pero, dentro de mí
espero algo.
Y escribo con fín
de despejarlo.

-¿Qué es?-
Me gritó algo.
Ojalá saberlo.
Ojalá mostralo.
Ojalá completarlo.

Poder saber tus razones,
leer tu pensamiento,
comprobar si hay un acuerdo
y vivir fuera de perdones.

Ya no sé ni que digo
maldita capacidad
que me ofreció el destino.

Soy soñadora de futuros,
basados en presentes
que son más bien paredes
para este mundo corriente.




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